Actualmente se acepta que las emociones forman parte de la experiencia del coaching, ya sea por parte de la persona que lo recibe o del coach. Pero, no siempre fue así. Históricamente, las emociones en el coaching se abordaban con cautela. En sus inicios se sugirió que los coaches debían considerar la posibilidad de derivar a otros profesionales las situaciones de coaching que generasen emociones fuertes.
Recordemos que…
El coaching no es psicoterapia. Sin embargo, mucho ha cambiado desde entonces y ahora se aconseja a los coachees que sean capaces de trabajar con emociones fuertes. Las emociones en el coaching, hoy en día, son parte del proceso. Se establece que hay que tener confianza ante las emociones fuertes y gestionar las propias, pero sin dejarse dominar o abrumar por ellas. Por ejemplo, las estadísticas demuestran que el 40% de los empleados no se sienten apreciados por su empresa. Lo cual, desde luego, genera emociones negativas en los trabajadores que pueden decantar en depresión, tristeza, frustración y desmotivación, por sólo nombrar algunas.
Como bien dice José L. Meléndez CEO y Co – Fundador de ChVmpion Mind:
“El que cree que puede superar un estado depresivo, de languidez, quemado en el trabajo, cansancio emocional por su rutina toxica, de manera solitaria, es un iluso que se cava su propia fosa con sus propios pensamientos».
Esto significa que, para poder gestionar correctamente las emociones se necesita, en la mayoría de los casos, ayuda profesional. Sin embargo, no se debe considerar que el tema de las emociones en el coaching se haya despejado. De hecho, según estudios, todavía existen tres perspectivas diferentes sobre el tratamiento de las emociones en el coaching; en las siguientes líneas te contamos más acerca de ello…
Tres posibles perspectivas de las emociones en el coaching:
Cabe señalar que las emociones son el núcleo de la psicología social, que se ocupa de cómo los pensamientos, sentimientos y comportamientos de las personas se ven influidos por la presencia real, imaginaria o implícita de los demás. Las emociones no son simples sentimientos subjetivos, son, sobre todo, una forma de relacionarnos con el mundo que nos rodea. Las emociones indican nuestra intención de actuar. Así, en el ser humano, la emoción implica comportamientos que se expresan en sus relaciones personales y profesionales. De ahí la importancia que pueden tener las emociones en el coaching.
Las emociones deben ignorarse porque no son relevantes ni útiles
Los coaches que favorecen el enfoque conductual como modelo de coaching creen que no se debe hacer demasiado hincapié en las emociones de las personas. Ya que, pueden ser perjudiciales para su compromiso con el cambio. Aquí, las emociones en el coaching son un aspecto negligente que pudieran afectar el proceso. Aunque el coach conductual reconoce los problemas actuales, se centra más en el futuro. Evita lo emocional que sólo puede conducir al pasado, poco útil para lo que la persona quiere conseguir. Pasar a la acción, a pesar de las emociones, permitirá al cliente alcanzar sus objetivos más rápidamente.
Sin embargo, según estudios acerca del tema de las emociones en el coaching, parece que es casi imposible que un coach ejerza sus destrezas sin tener en cuenta las emociones de las personas o equipos. Incluso, cuando el coaching está claramente orientado al rendimiento, como el coaching de ventas o de habilidades de presentación, las reacciones emocionales pueden, a menudo, bloquear el rendimiento. Así pues, los intentos de ignorar las emociones pueden limitar la eficacia del coaching.
Las emociones son perturbadoras y deben regularse
La segunda perspectiva sobre las emociones en el coaching se deriva directamente del concepto de inteligencia emocional, según el cual las emociones deben gestionarse o incluso suprimirse si son perjudiciales. Y aquí, estamos hablando tanto de las emociones de la persona como de las del coach, el cual puede sentirse incómodo cuando una persona expresa emociones fuertes.
Vale la pena preguntarse ¿La represión de las emociones requiere un gasto importante de energía? La respuesta es si; porque el individuo debe observar y ajustarse constantemente cuando experimenta un acontecimiento con una carga emocional significativa. Entonces, ¿Es mejor la regulación y la reevaluación emocional? Por supuesto, reevaluar un acontecimiento emocional para gestionarlo sería la forma más eficaz de poder superar la situación que produce la carga emocional.
No obstante, en ambos casos, ya sea represión o regulación de las emociones en el coaching, el aprendizaje de la persona puede verse limitado si las emociones se tratan simplemente como algo que hay que observar y regular.
A considerar…
Hoy en día, se sabe que el recuerdo de un acontecimiento se ve influido en gran medida por cosas que uno puede haber visto u oído después del hecho. Este fenómeno se ha estudiado seriamente en relación con los testigos que son interrogados en un juicio y cuya versión de un hecho puede variar con el tiempo. No es raro experimentar el mismo fenómeno en el coaching, cuando el relato del cliente puede no ser una descripción exacta de lo que ocurrió en realidad, sino lo que su memoria ha hecho de ello. La represión de las emociones en el coaching y su regulación pueden acentuar este fenómeno.
Las emociones en el coaching es información que hay que aceptar y analizar
La tercera perspectiva simplemente considera que las emociones en el coaching son información que puede ser útil para comprender el objeto de la emoción fuerte y desarrollar estrategias para afrontarla. Según esta perspectiva, no se trata de reprimirla ni de intentar regularla. La conciencia de su existencia y su aceptación como un hecho que tiene un impacto en lo que la persona está experimentando puede, entonces, ser el desencadenante de un eventual cambio. Esta tercera perspectiva también señala que, al trabajar con las emociones en el coaching los coach están expuestos a tres complicaciones claves: la definición del problema, la memoria del problema y el lenguaje del problema.
Finalmente…
El trabajo con las emociones en el coaching presenta una serie de retos para los coaches. En este sentido, se han formulado cuatro preguntas para ayudar a los coaches a adaptar su práctica a la manifestación de emociones fuertes por parte de las personas o equipos con los que trabaja:
- ¿Cómo puedo ayudar a las personas a ver las emociones como información valiosa?
- ¿Cómo puedo crear un entendimiento compartido de la experiencia emocional con la persona?
- ¿Qué estrategias de investigación serán útiles para obtener el mejor conocimiento posible de la experiencia emocional y, al mismo tiempo, minimizar los problemas de memoria?
- ¿En qué medida influye mi propio criterio en nuestras interacciones?
ChVmpion Mind es una ayuda en cuanto a la gestión de las emociones en el coaching…
Como hemos mencionado anteriormente, ChVmpion Mind es una plataforma de coaching que se centra en el bienestar físico, profesional y emocional de las personas y equipos de trabajo. Por medio de un plan de 21 semanas se puede lograr mejorar la salud mental y la motivación, a través del mindfulness. Además, de generar hábitos saludables por medio del ejercicio físico que, por supuesto, influye positivamente en la salud emocional de quién decide asumirse en el plan.
ChVmpion Mind es una herramienta que te ayuda a lograr reinventarte y sacar lo mejor que tienes para dar. Lo cual, se traducirá en el alcance de logros personales y metas profesionales que siempre has deseado. ¡Sólo debes tomar la decisión de aceptar el reto de ChVmpion Mind!